Entre abucheos y polémicas, la legisladora de la Izquierda Democrática (ID), Yeseña Guamaní, asumió la segunda vicepresidencia de la Asamblea Nacional. El primer traspié fue reunir los apoyos que la coloquen en ese cargo, porque aún con el oficialismo (CREO), ID y el Partido Social Cristiano (PSC) no llegaba a los 70 votos requeridos. La misma Guamaní tuvo que ir de curul en curul para lograr el respaldo, hasta que fue electa con 83 votos afirmativos, entre los que no estuvo UNES.
Una vez posesionada, en su primer discurso como autoridad legislativa, la asambleísta, quien reemplaza la destituida Bella Jiménez, llamó a las autoridades a velar por la seguridad del país, pero cuando comenzó un agradecimiento al presidente Guillermo Lasso e incluso a hablar de consensos con el Ejecutivo, los ánimos se caldearon y la bancada de UNES rechazó su intervención, al punto de abandonar la acalorada sesión.
Afuera del pleno, Paola Cabezas, legisladora y coordinadora de UNES, rechazó el irrespeto sufrido durante el proceso de elección de Guamaní y cuestionó a la presidenta Guadalupe Llori por la mala conducción de la plenaria.
Con esta designación, la ID mantiene 2 representantes en el Consejo de Administración Legislativa (CAL), instancia donde se califican los proyectos de ley, juicios políticos, entre otras atribuciones. La segunda vicepresidencia de la Asamblea también puede asumir la conducción de la sesiones del pleno, en ausencia de la presidenta y del primer vicepresidente.
Esta designación es parte del acuerdo que existe entre CREO, Pachakutik, Izquierda Democrática e independientes, denominada la Bancada del Acuerdo Nacional (BAN).
ID quiere quedarse con segunda vicepresidencia de la Asamblea