Durante las últimas semanas se han registrado varias manifestaciones generalizadas en contra del gobierno de Pedro Castillo. Las protestas han dejado un saldo de 4 personas muertas y 20 detenidos.
En base a la conmoción que han provocado las movilizaciones, el presidente Catillo anunció a media noche toque de queda y estado de emergencia desde las 2:00am hasta las 23:59 del martes 5 de abril. La polémica medida fue adoptada por el gobierno en respuesta a la nueva crisis política y social que vive Perú.
Al transcurrir la tarde del marte, el primer mandatario peruano anunció que el toque de queda quedaba sin efecto, esto ante la molestia que había causado la medida en la población. Posterior a este comunicado, ciento de manifestantes marcharon en las calles del centro de Lima desafiando el toque de queda.
Dentro de las manifestaciones algunos ciudadanos arremetieron en contra de edificios públicos en el centro de la ciudad de Lima, algunas de las edificaciones afectadas fueron: La Corte Superior de Justicia, la del Ministerio Público o la del Jurado Nacional de Elecciones.
Imagen obtenida de República EC
Aquí un análisis de los pilares de la última crisis:
Incremento de los valores del combustible y el costo de vida
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática el índice de valores del consumidor aumentó en un 1,48% en mazo. Esta cifra es la variación mensual más alta en 26 años. Los productos más afectos son, el encarecimiento de alimentos. La educación y el transporte.
Sin embargo, los elevados costos del combustible fueron la chispa, que el pasado 28 de marzo, encendió el inicio del paro indefinido por parte del gremio de transportistas pesados.
El entonces presidente del Gremio Nacional de Transportistas y Conductores, Héctor Velázquez, explicó.
Comunicamos a la población el inicio de nuestra huelga a partir del 28 de marzo, porque lo que seguimos cobrando por el flete de las cargas ya no nos alcanza para seguir operando.
Las manifestaciones se extendieron siete días, aumentando varios gremios de trabajadores que ya forman parte de la movilización general. Las protestas se desarrollaron en Lima y las regiones de Piura, Chiclayo, La Libertad, Junín, Ica, Arequipa, San Martín, Amazonas y Ucayali, entre otras.
Para calmar la inconformidad del pueblo peruano, el gobierno de Castillo eliminó el fin de semana pasado el impuesto selectivo al consumo de combustibles hasta el próximo junio., además el presidente decretó un aumento del 10% del sueldo mínimo, que subirá de 930 a 1.025 soles ($280), esto a partir del 1 de mayo.
A pesar de todas estas medidas, el primer mandatario peruano no pudo evitar que este lunes se viviera otra escena de protestas, bloqueos de carreteras y episodios de violencia que han impedido el abastecimiento normal de alimentos.
Huelga de Transportistas
Violencia imparable
Alrededor de 25 localidades de Perú sufrieron cierres en varias carreteras, incluidas algunas con acceso a Lima, la capital de Perú, y se han contabilizado quema de casetas de peaje y neumáticos.
En Trujillo se reportaron saqueos en supermercados y otros comercios. Desde que comenzaron las protestas, cuatro personas han muerto y unas 20 han sido detenidas.
Desde el 28 de marzo, los protestantes han denunciado actos de represión policial, esto ha sido desmentido por el gobierno.
El ministro del Interior de Perú, Alfonso Chávarry, detalló que los decesos se habían producido por razones derivadas del bloqueo de carreteras y no por actos de la policía. Entre los fallecidos hay un menor de edad.
Protestas en contra del toque de queda en Lima
Aparatosa perdida de aceptación de Castillo
Antes de juramentar como presidente del Perú, Castillo ya enfrentaba un desconocimiento de su elección por parte de la oposición y las élites empresariales.
Las principales críticas que enfrenta Castillo son su “incapacidad” para seleccionar un equipo de gobierno “idóneo” para asumir los desafíos que el Estado demanda. En el lapso de ocho meses en el cargo, Castillo ha nombrado cuatro gabinetes distintos.
Otro punto negativo que se suma a su gobierno son las investigaciones de presunta corrupción que han manchado al primer mandatario. Las acusaciones de corrupción fueron uno de las razones que se utilizaron para promover una moción de vacante contra Castillo.
Estas situaciones se han visto representadas en la disminución de su popularidad en las últimas encuestas. En la actualidad Castillo cuenta con un 68% de desaprobación de la ciudadanía.