Aunque la página oficial en Facebook existe desde 2015, fue dos años más tarde, en octubre de 2017 que vieron la luz los primeros programas colaborativos entre los presentadores Luis Eduardo Vivanco y Andersson Boscán, de La Posta. Antes de la presentación de este proyecto, Vivanco ya exploraba los alcances de la comunicación virtual desde su programa Castigo Divino, transmitido en vivo desde un bar en Quito o Guayaquil, de acuerdo con sus entrevistados.
Esta Fanpage tiene 328.000 seguidores, y en Youtube, 146.000 suscriptores, lo que los ubica en un espacio importante dentro de la opinión pública, principalmente por los comentarios que generan sus declaraciones o posturas personales, que a la calidad informativa que pueden presentar a la ciudadanía. Una reciente muestra está relacionada con sus declaraciones contra el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, emitidas el domingo 4 de julio por la señal de TC Televisión y que fueron calificadas de racistas.
Es que su fama se basa en hechos polémicos, como su visita al domicilio de Rafael Correa en Bélgica, y su confrontación con el exalcalde de Quito, Jorge Yunda, de donde surgió la denominación de “La Pauta”.
Producto de sus declaraciones sobre Iza, su programa fue cancelado de TC y, tanto Vivanco como Boscán siguen siendo tendencia. Pese a las disculpas de Vivanco, culpan de las respuestas generadas al líder indígena, sin asumir su responsabilidad por sus declaraciones, a las que califican únicamente como “irreverentes”. Incluso, anunciaron que un grafiti pintado en las instalaciones del medio sería una amenaza contra su vida, por lo que las opiniones se dividen y hay quienes exigen a sus auspiciantes que les retiren la publicidad, debido a sus opiniones discriminatorias.
No es la primera vez que las caras visibles de La Posta se encuentran en medio de un escándalo por sus declaraciones, lo único que cambió ahora fue que sus contenidos fueron emitidos en televisión abierta, específicamente en un medio incautado por el Estado, que se rige a contenidos aprobados por el Gobierno. Por ello, el mismo Secretario de Comunicación, Eduardo Bonilla, rechazó las expresiones de Vivanco y Boscán durante su programa, previo a su cancelación.
La historia de Luis Eduardo Vivanco en la comunicación se remonta a su niñez, es nieto de Francisco Vivanco, parte de la segunda directiva de Diario La Hora, fundado en 1982 y popularizado por sus ediciones regionales. En la década del gobierno de Rafael Correa, adoptaron una posición política opositora, lo que llevó a una permanente confrontación con el expresidente, quien llegó a romper un ejemplar físico del medio en una de sus sabatinas. Luis Eduardo Vivanco representó al periódico en varios procesos en su contra, impulsados por la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom), por excesos en sus contenidos, denunciados por el Gobierno y la ciudadanía.
Entre otras sanciones, La Hora fue condenada al pago de $6.000 por censura previa en 2017, y Vivanco se declaró en resistencia, logrando evadir el fallo administrativo de la Supercom, que luego fue revertido a favor del medio en el gobierno de Lenín Moreno. El lojano de 37 años popularizó su imagen desde estos espacios, ubicándose como crítico del poder en su momento, pero luego alineando sus contenidos digitales a los auspiciantes de La Posta, su nuevo medio de comunicación.
Mientras que Andersson Boscán, de 29 años, es oriundo de Venezuela, no tiene título de tercer nivel registrado en la página oficial de la Secretaría de Educación Superior (Senescyt). Está por culminar sus estudios de Comunicación en la Universidad Ecotec. Llegó a Ecuador cuando tenía 9 años, junto a su madre guayaquileña a establecerse en el Puerto Principal y, a pesar de no haber terminado el tercer nivel, ejerció como periodista en Diario Expreso, de 2011 a 2017. Entre sus investigaciones destacadas consta el caso Saucier (2014), cuando reveló una trama de estafas de ciudadanos nigerianos condenados por narcotráfico en Ecuador.
Por: Viviana Paredes
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