Los 50 delegados de las organizaciones indígenas, agrupadas en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se fueron como llegaron: con su carpeta de pedidos y sin lograr consensos con el Gobierno. Alrededor del mediodía, llegó su líder, Leonidas Iza, luego de recorrer -junto con integrantes de la agrupación-, las calles de Quito, desde el parque del Arbolito hacia el Palacio de Carondelet, sede del esperado encuentro.
En la víspera, la Conaie se quejó de que militares no permitían el paso de buses con representantes de otras provincias, ya en el palacio de Gobierno, también rechazaron la serie de filtros para ingresar, finalmente llegaron al salón de reuniones, Lasso e Iza chocaron puños y se sentaron frente a frente en la gran mesa, sobre la que la Conaie puso su pliego de peticiones como la liberación de los precios de los combustibles, respetar derechos laborales, rechazo al extractivismo, mejores créditos y solución a la crisis del sector agropecuario.
Cerca de 3 horas duró el encuentro, al que la prensa solo tuvo acceso para hacer tomas. Al final del diálogo, el presidente de la Conaie salió visiblemente molesto.
No hay ninguna apertura por parte del presidente Guillermo Lasso, en los temas planteados, sobre todo el de los combustibles», indicó Iza al salir de la sesión y dijo que ampliaría el tema desde el parque del Arbolito, donde se volverían a concentrar.
Desde allí, la organización indígena resolvió 3 acciones inmediatas: convocar de manera urgente a un Consejo Ampliado y Asamblea extraordinaria con toda la estructura, fortalecer acciones efectivas por la unidad y activar el derecho a la resistencia.
Mientras que a la salida del salón de reuniones, Lasso dijo que no podía ceder al pedido de los combustibles.
El señor Iza plantea algo que el Gobierno no puede tomar una decisión como yo personalmente quisiera».
Así culminó una jornada, en la que se preveía no habría acuerdos, ya que ninguna de las partes cede posiciones o está dispuesta a negociar términos.