«Vamos a eliminar la Senescyt (Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación)», fue una de las ofertas de campaña y que consta dentro del plan de Gobierno del ahora presidente electo, Guillermo Lasso.
En el sistema educativo trabajaremos por:
1️⃣ Un programa de desayuno escolar
2️⃣ Eliminar la SENESCYT para la libertad de estudiar de los jóvenes
3️⃣ Ampliar la cobertura de internet para llevar educación digital a todo el Ecuador#CapacidadParaCambiar#LassoPresidente2021— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) January 25, 2021
Su propuesta fue bien recibida, inclusive con aplausos, desde varios sectores involucrados en el proceso estudiantil superior, pero sobre todo, por los bachilleres que han visto limitadas sus posibilidades de continuar con sus estudios en las diferentes universidades del país, debido a las exigencias que rigen actualmente bajo el control de dicha Secretaría.
Entre las atribuciones de esta entidad del Gobierno constan:
- Avalar los títulos de tercer y cuarto nivel.
- Evaluar la calidad de educación.
- Asesorar y dar acompañamiento a las unidades administrativas en políticas, estrategias, normas y mecanismos de innovación y transferencia de tecnología.
- Definir lineamientos, directrices y políticas en el ámbito de su competencia.
- Gestionar con las instituciones vinculadas a la innovación y transferencia de tecnología la ejecución de los diferentes programas y proyectos en el ámbito de su competencia.
- Promover el relacionamiento público-privado que permita el fomento de la innovación y el desarrollo tecnológico.
- Dirigir, monitorear y evaluar la implementación de las políticas públicas de innovación y desarrollo tecnológico en territorio.
- Aprobar informes y estudios técnicos que se requieran para el cumplimiento de los objetivos institucionales en el marco de su jurisdicción y competencia.
A criterio de varios analistas de la política estudiantil, la Secretaría de Educación Superior abarca demasiadas atribuciones, recargando su funcionalidad. Sugieren que los institutos superiores sean regulados entre la Senescyt y el Estado para influir directamente en la amplitud de posibilidades para los estudiantes.
Según información que consta en su portal, la nómina de esta institución le representa al Estado $4’202.321,64 al mes y más de 50 millones de dólares por año.
Examen de acceso
Otro de los puntos sujetos a análisis es la eliminación del Examen de Acceso a la Educación Superior (EAES), que ha obstaculizado el ingreso de muchos bachilleres a la educación superior, debido a que no alcanzan la calificación mínima para acceder al cupo universitario de la carrera que desean estudiar.
Sin embargo, según la perspectiva de los especialistas en materia estudiantil, el examen de acceso (antes llamados Ser Bachiller y Examen Nacional de Educación Superior) debería continuar para no desmejorar el nivel educativo dentro de las más de 60 universidades públicas y privadas.
Otro detalle a tomar en cuenta es que se han identificado varios actos de presunta deshonestidad académica durante la toma de esa prueba. En estos casos, la Senescyt impone una nota de cero y la no participación en el proceso de admisión.
#ComunicadoOficial | Senescyt informa que luego de la verificación a la aplicación del #EAES, se han identificado casos de presunta deshonestidad académica, que serán notificados a cada persona este martes, 6 de abril. pic.twitter.com/CGFIRYMWIV
— edusuperiorec (@EduSuperiorEc) April 5, 2021
En varios casos se evidenciado ayuda de terceras personas, filtraciones de imágenes, cámaras apagadas, rendir la evaluación de manera conjunta, entre otras conductas no permitidas en la normativa establecida. Estas situaciones particulares durante el proceso han reforzado la postura de mantener el examen de acceso, buscando beneficiar a los estudiantes que realmente tengan una seria intención de seguir una carrera, generando una mejor expectativa sobre los nuevos profesionales que se formen en las universidades en el país.
A través de DESCAES buscamos medir competencias de enseñanza-aprendizaje en la formación superior, por ello hemos aplicado esta evaluación a 3.071 docentes de Institutos Superiores Técnicos y Tecnológicos públicos y en esta semana lo haremos a 12.138 estudiantes de 23 provincias. pic.twitter.com/CHjOoV3CFA
— Agustín Albán (@agustinalbanm) April 14, 2021
El pasado 4 de abril, un total de 185.191 postulantes rindió la prueba, dicha cifra corresponde al 89% de los estudiantes que realizaron el simulacro obligatorio. En ese entonces, la entidad informó sobre la detección de 2.596 presuntos casos de deshonestidad académica (1,4 % del total).
El EAES corresponde al 60% de la nota de postulación para un cupo en las instituciones de educación superior; la nota de grado equivale al 40%.
El Presidente electo, Guillermo Lasso, apuntó a otro detalle a considerar:
En Ecuador, existen más de 60 universidades públicas, queremos que cada estudiante aplique a cada universidad, la carrera que quiere estudiar y al eliminar la SENESCYT estamos eliminando aquel monopolio estatal que mata los sueños de los ecuatorianos.
Al año se gradúan 290 mil bachilleres, sin embargo, hay 90 000 cupos en las universidades públicas, esto quiere decir que 200 000 bachilleres no van a la universidad, no tienen otra opción y tampoco tienen empleo. Hay una generación que aumenta cada año, que no estudia, ni trabaja.
Universidades libres
Tras la creación de la Ley de Educación en 2010, la SENESCYT suspendió y cerró 14 instituciones que no cumplían con los estándares de calidad y que ofrecían títulos universitarios en menos tiempo. Luego de estos cierres, cerca de 80 000 estudiantes debieron ser reubicados en la educación universitaria pública.
Por su parte, Lasso afirmó que dentro sus propuestas está el regreso de la universidades libres y que puedan extenderse por todo el Ecuador, sin pedirle permiso al Gobierno y que a su vez, gozando de dicha libertad puedan establecer nuevas carreras.
Sin embargo, Wilma Andrade, asambleísta por la izquierda democrática se ha mostrado contraria a esta propuesta, manifestando que hay que evitar que vuelvan las universidades «de garaje».
Por otro lado, el presidente de la Federación Nacional de Estudiantes del Ecuador, Erick Barba, expresó:
Con el libre ingreso (a las universidades), ¿Cómo se garantizará que todos los que postulan obtendrán un cupo?
Además, Barba, tomó como ejemplo lo que sucede en la Universidad Central del Ecuador (UCE) donde para la carrera de Medicina postulan por semestre 10 500 personas y el número de cupos que se ofertan son 250.
Los especialistas en el proceso estudiantil sugieren como una probable solución a esta problemática, reforzar y repotenciar a las Universidades Técnicas para extender el abanico de oportunidades y cupos para la masa estudiantil. De la misma manera, sugieren facilitar créditos e incentivar al emprendimiento para los estudiantes que no logren acceder a un cupo en la educación superior. Además plantean revisar el proceso de asignación de cupos para combatir el tráfico de influencias en la asignación de los cupos universitarios.
Más allá de los puntos a favor y en contra de la SENESCYT las propuestas coinciden en la reestructuración del proceso y la reasignación de funciones para descongestionar el ente regulador de la universidades en el país, con el objetivo en firme, abrir mayores oportunidades para los estudiantes, sin perder la calidad académica.
Por: Mario Bohórquez S.
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