La inteligencia, en manos del Ministerio de Defensa
La Dirección Nacional de Inteligencia, creada en 1979 y elevada a secretaría de Estado en 2009 (Senain), es hoy es el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), una entidad pública que depende de la Función Ejecutiva, y cuyo objetivo institucional es producir inteligencia estratégica, para generar alertas y asesorar de manera oportuna en la toma de decisiones al más alto nivel, contribuyendo a la Seguridad Integral del Estado.
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Ha sido criticada por varios sectores, que consideran que los gobiernos la usan para actividades centradas en el espionaje, escuchas y persecución a políticos y ciudadanos opositores. En septiembre de 2020, por ejemplo, la exministra de Gobierno, María Paula Romo, fue investigada por el entonces asambleísta Roberto Gómez, por presuntas escuchas dirigidas desde la inteligencia policial en contra de políticos y periodistas contrarios a la línea del régimen de Lenín Moreno.
Lo que más preocuparía es la capacidad de mantener secretismo alrededor de su información financiera, administrativa y las actividades que realiza, ya que el tipo de acciones que desarrolla está amparado por las normas ecuatorianas, en función de mantener la seguridad del Estado. Sobre estos elementos, se centra el debate de falta de transparencia en su manejo.
De su parte, el presidente Guillermo Lasso anunció luego de su elección que el CIES sería cerrado durante su mandato, por estar presuntamente destinado a la persecución política, algo que no será replicado «en el Ecuador del encuentro», según manifestó. A una semana de su posesión, indicó que la entidad se mantendrá, pero será reestructurada, para lo cual entregó su dirección al Ministerio de Defensa, con la intención de fortalecer la institucionalidad de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a cargo de la defensa y seguridad nacional.
El mandatario también expresó que la exSenain no se mantendrá en las mismas condiciones, porque no la considera un centro de inteligencia civil, sino una entidad al servicio de los gobiernos y sus partidos políticos, para justificar la persecución a comunicadores. Ahora le corresponde al Ministro de Defensa, Fernando Donoso, presentar alternativas que modifiquen la estructura del organismo de inteligencia, según el pedido de Lasso, para garantizar la libertad de expresión y organización. “Nadie puede planificar sin inteligencia», señaló el ministro Donoso, respecto a que la capacidad de obtener información, por parte del organismo, se mantiene vigente.
Por: Viviana Paredes
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