«Estamos Hartas» es un colectivo que alza la voz de mujeres que son víctimas de violencia física o psicológica en Ecuador.
Actualmente, seis de cada diez mujeres son víctimas de violencia física o psicológica en Ecuador.
“Esta es mi historia”; dice Marianita S., “…la historia de una sobreviviente de violencia física y psicológica por parte de su ex esposo”.
Más allá de las denuncias, de los récords que documentan los ataques y las amenazas con las que vive, Marianita también ha sufrido la crítica social.
La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.
“La violencia contra la mujer es más común de lo que se imaginan y no es normal”, comenta Marianita S., “…pero muchas víctimas lo ocultan por miedo a su pareja o al qué dirán. A mí me pasó hasta que decidí hacer algo por mí, por mis hijos y por las demás mujeres”.
En Ecuador, la Constitución y las Leyes protegen a las mujeres; pero en la práctica muchas callan por miedo a su agresor o por vergüenza. Hoy, el caso de Marianita se encuentra en la Fiscalía para recibir la defensa y hacer frente a su victimario.
Marianita es uno de los cientos de casos que respalda el colectivo Estamos Hartas en Twitter.
Con 223 femicidios en Ecuador en el 2022, y alrededor de 60 en lo que va del 2023, la violencia de género no encuentra una salida. A pesar de la creación del Ministerio de la mujer y los Derechos Humanos, el país sigue siendo un lugar hostil y peligroso para las mujeres, la mitad de su población.
Ni una Menos, Vivas nos Queremos, Amiga Ya No Estás Sola, Estamos Hartas, son colectivos de apoyo a la mujer.
“Lo más importante es vencer el miedo y empezar a visibilizar este problema que afecta a seguridad de los niños y a la tranquilidad del hogar”, sostiene Marianita. Estamos Hartas se convierte en una nueva plataforma para denunciar públicamente a las autoridades a todo atacante, para que no ocurran más casos como Marianita, quien se encuentre en la busca de reconstruir su vida, o casos como María Belén Bernal, que no tienen retorno.