Una anciana bielorrusa, de 81 años, se subió la manga de su vestido para enseñarle al Papa Francisco el número con el que los nazis marcaban a los prisioneros que entraban en los campos de concentración y Francisco lo besó antes de abrazarla. Se trata de Lidia Maksymowicz quien fue deportada en el campo de Auschwitz Birkenau cuando aún no tenía tres años.
Ambos pudieron intercambiar algunas palabras y la mujer indicó al Papa el número tres, los años con los que entró en el campo de concentración. Esto ocurrió cuando ella saludó al Papa Francisco durante la audiencia de este miércoles 26 de mayo celebrada en el Vaticano.
Maksymowicz dijo que no habló con el Papa:
Nos entendimos con la mirada.
Maksymowicz ha participado en eventos organizados por Sant’Egidio para educar a la juventud acerca del Holocausto. Pasó tres años en la zona de niños del campo y fue sujeto de experimentos de Josef Mengele, conocido como el “Ángel de la Muerte”.
Liberada el campo, fue acogida por una familia polaca.
En homenajes anteriores a sobrevivientes del Holocausto, en 2014 el Papa visitó el monumento de Yad Vashem en Israel y en febrero visitó en su apartamento de Roma a la escritora y poeta Edith Bruck, de 88 años, nacida en Hungría.
Por: Mario Bohórquez S.
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