La insistencia de Pablo Celi de salir de la Cárcel 4 de Quito, donde cumple prisión preventiva mientras se lo investigad por delincuencia organizada en la Contraloría y Petroecuador, llegó a la Función Ejecutiva. La publicación de la fiscal general del Estado, Diana Salazar, de presuntas presiones para que Celi recupere su libertad, generó alertas en el presidente de la República, Guillermo Lasso.
En su cuenta de Twitter, el mandatario consultó a la fiscal si esas presiones provenían de algún funcionario de su Gobierno. La duda fue inmediatamente contestada por la propia Salazar. «Exautoridades, personal de otras funciones y ciudadanos ilustres» han querido incidir para que al contralor general Subrogante con licencia se le levante la prisión preventiva, señaló la funcionaria.
https://twitter.com/DianaSalazarM2/status/1404550962677702662
Más temprano, Diana Salazar advirtió de presiones en el proceso contra Celi. “Mientras los procesados sigan en el poder será muy difícil que la Justicia haga su trabajo con celeridad y transparencia. Veo con preocupación cómo algunas personas continúan gozando del respaldo de quienes les deben favores. Impensable”.
Estas declaraciones se dan el día en que debía desarrollarse la audiencia en la que se le revisaría las medidas al contralor con licencia, y de la que Salazar pidió su diferimiento, por un percance en su salud. «La voy a atender personalmente. Espero que la Justicia no sienta presión al procesar a una autoridad de control en funciones”.
Celi se encuentra en el área de Neumonía del hospital Eugenio Espejo, por su delicado estado de salud tras dar positivo a COVID-19; está en observación y permanece estable. Este fin de semana, su abogado Marcelo Ron denunció que se están violando los derechos humanos y garantías constitucionales de su defendido, asegurando que lo mantienen incomunicado de sus familiares, médico de cabecera y defensa técnica.
Por: Teresa Menéndez
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