La Asamblea Nacional justificó la compra de vehículos nuevos asegurando que los que posee ya cumplieron su vida útil y por ello presentan constantes desperfectos.
Mediante un comunicado, se lamentó que «de manera irresponsable se realicen cuestionamientos públicos que pretenden afectar la imagen de la Asamblea Nacional, y se quiera desacreditar a un Parlamento que trabaja sin descanso».
Se anota que «los vehículos con los que cuenta la primera Función del Estado fueron fabricados entre el 2008 y 2015. La institución no ha adquirido vehículos desde hace 6 años a pesar de que estos cumplieron su vida útil, según la Normativa de Contabilidad Gubernamental, emitida por el Ministerio de Economía y Finanzas».
El comunicado detalla que «debido al kilometraje, los automotores de propiedad de la Legislatura presentan fallas mecánicas recurrentes según los informes técnicos presentados por los equipos de seguridad de las autoridades de la institución».
La condición de los autos «representa egresos elevados por concepto de reparaciones», se asegura, sin embargo, «a pesar de la evidente necesidad de renovar una parte del parque automotor institucional, la primera autoridad del Legislativo (Guadalupe Llori) no ha tomado una decisión respecto a la adquisición de nuevos vehículos».