Crímenes ordenados desde las cárceles conmocionan al país
Existe relación entre bandas que están en las cárceles con cárteles de droga; y, en ocasiones, desde dentro de los centros de reclusión se manejan acciones de carácter delictivo, que se producen en las ciudades. Así lo reconoció este 28 de julio de 2021 la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, en la Comisión de Soberanía y Seguridad de la Asamblea Nacional.
Estamos frente a un fenómeno de criminalidad complejo y de criminalidad organizada transnacional”.
La existencia de grupos y bandas organizadas y otras vinculadas con organizaciones de tráfico internacional son dos de las problemáticas que tienen que lidiar las autoridades, añadió la ministra, quien agregó que ese problema no solo se evidencia dentro de las cárceles, sino que se expresa fuera de ella, porque desde la cárcel se realizan operativos y se establecen operaciones de carácter delincuencial que se ven en el exterior.
De esta forma, el Gobierno reconoce abiertamente lo que los ecuatorianos conocen: los crímenes se planifican desde las cárceles. Cromaclictv recoge algunos de los casos más sonados, y cuyas investigaciones continúan en curso, a la espera de sentenciar a los responsables:
El 28 de abril de 2021 fue asesinado bajo la modalidad de sicariato, el abogado mediático Harrison Salcedo, conocido por su defensa al exvicepresidente Jorge Glas, en los casos Singue y Sobornos; de alias Rasquiña (el extinto cabecilla de Los Choneros) y otros delincuentes de alta peligrosidad. Su violento deceso se produjo en una de las principales vías del norte de Quito, cuando su vehículo recibió 6 impactos de bala causando su muerte inmediata.
De manera similar, el música, actor y presentador Efraín Ruales fue asesinado en Guayaquil el 21 de enero de 2021, mientras se trasladaba del gimnasio hacia su domicilio. En el trayecto, fue interceptado por un vehículo del que le dispararon y acabaron con su vida.
En ambos casos, las investigaciones penales determinan que los autores intelectuales de los delitos se encuentran en centros de rehabilitación social, esto es por reclusos sentenciados o procesados por el cometimiento de ilícitos. De acuerdo con la Fiscalía, en el caso de Salcedo, la orden habría sido emitida por Iván Conde, quien desde hace 8 años cumple una condena en la Cárcel de Turi, en Cuenca, por homicidio. En cuanto al crimen contra Ruales, la orden habría salido de la Penitenciaría del Litoral, por parte de alias “El Choclo”, integrante de la banda delincuencial conocida como “Los Lagartos”.
Alias ‘El Chino’, a prisión preventiva por el asesinato de Harrison Salcedo
Estaría identificado autor intelectual de asesinato de Efraín Ruales
Esta realidad conmociona al país y las cifras lo reafirman. Las muertes violentas en 2016 se ubicaron en un promedio de 5.85 por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2020, aumentó a 7.77 en el mismo rango de medición. A esto se suma la situación carcelaria que vive una crisis por la falta de control estatal y desde donde se ordenarían algunos ajustes de cuentas.
Muestra de ello, lo ocurrido en diciembre de 2020, fecha en que fue abatido Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, líder de “Los Choneros”, quien fue condenado a 25 años de prisión en 2013, por asesinato y permaneció en La Roca hasta junio de 2020, cuando obtuvo la prelibertad bajo el auspicio jurídico de Harrison Salcedo. De acuerdo con Edmundo Moncayo, exdirector del Servicio Integral de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), el crimen habría desatado la confrontación entre Los Pipos, Los Lobos, Los Chone Killers y Los Tiguerones, organizaciones delictivas que entraron en disputa por el control interno de las cárceles.
De esta lista, tanto Los Lobos, Los Chone Killers y Los Tigretones habrían sido grupos de apoyo a Los Choneros y auspiciaban el orden impuesto por alias “Rasquiña”, por lo que, tras su abatimiento en un centro comercial de Manta, se negaron a reconocer los nuevos liderazgos impuestos por Los Lobos y otras bandas internas. De esta manera, su disputa rebasó los barrotes y protagonizaron amotinamientos, actos de violencia y fugas masivas de varias cárceles en febrero y julio de 2021, dejando 84 muertos en ambos episodios, donde las armas de fuego y otros elementos prohibidos hicieron gala.
A solo 2 meses de gestión, el presidente Guillermo Lasso debió enfrentar uno de esos eventos, que dejó 21 fallecidos y decenas de heridos, entre ellos presos y policías, además de una agente policial violada en disturbios registrados en las cárceles de Cotopaxi y la Penitenciaría del Litoral.
Por ello, el primer mandatario decidió el cambio de autoridades en el SNAI, y nombró al coronel SP, Fausto Cobo, en reemplazo de Edmundo Moncayo. Cobo se refirió a las cárceles como “camales humanos” y señaló que la dotación de Internet para la inserción educativa de los PPLs permite la operación de sicariatos en el exterior de las prisiones, por lo que su administración se centrará en buscar el equilibrio entre rehabilitación social y la seguridad nacional.
Sobre los amotinamientos, también indicó que apenas el 7% de los PPLs son parte de estas estructuras violentas que operan internamente, por lo que esta dinámica pone en riesgo a los cerca de 40.000 internos y guías penitenciarios que los atienden. En ese sentido, afirmó que los presos que escaparon durante los motines solo buscaban salvar sus vidas, en medio del enfrentamiento de las bandas a las que él ha denominado narcodelictivas, en varias ocasiones anteriores, posición que fue ratificada por la ministra Vela, en la Asamblea.
En un análisis preliminar, el militar retirado señaló que encontró la cárcel de Cotopaxi en “condiciones dramáticas”, luego de que realizara una visita realizada tras el motín de julio, ante lo cual expresó que existe una “relación dos guías versus 700 PPL” para su cuidado, por lo que el tema presupuestario es la principal preocupación para solucionar la crisis y desarticular bandas delictivas que ordenan crímenes dentro de las cárceles de máxima seguridad del país.
Por: Viviana Paredes
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