Crisis institucional no termina con el nuevo alcalde de Quito
Pasaron minutos luego de que la noche del 19 de julio de 2021, fueron revocadas las medidas cautelares que le otorgaron a Jorge Yunda tras su remoción, para que Santiago Guarderas asumiera la Alcaldía de Quito. En un acto, aparentemente organizado a última hora, pero en el que participaron 14 de los 21 concejales, el que hasta antes de la audiencia se desempeñaba como vicealcalde fue posesionado como la máxima autoridad del Municipio.
Alrededor de Guarderas, quien tiene a su haber una trayectoria política como diputado (2007) y sus intentos por convertirse en asambleísta constituyente y asambleísta por Pichincha por el Partido Social Cristiano (2013- 2017), se cierne el debate de la representatividad, más que nada, frente a la crisis que se vive al interior del Cabildo y que requiere del trabajo coordinado y responsable del alcalde junto con los 21 concejales electos hasta 2023, tiempo en el que deberán cohesionarse para dar paso a las obras y resoluciones suspendidas, a raíz de la salida de Yunda.
Como flamante alcalde, Guarderas indicó que una de las principales necesidades es la elección de la vicealcaldesa de Quito. Su posición sería la de respaldar a una representante mujer para ese espacio, como lo establece la norma respecto a la paridad de género. Asimismo, anunció que replicará las acciones del presidente Guillermo Lasso, respecto a fijar normas de ética internas que permitan acabar “con la corrupción y esa etapa oscura” que se habría superado tras la remoción de Yunda.
Aunque la estabilidad habría llegado al gobierno municipal, la purga de funcionarios vinculados a la anterior gestión sería una prioridad para que Guarderas logre sus objetivos. Una vez conocida la resolución legal, que dio paso a su nuevo nombramiento, solicitó a los gerentes de las 12 empresas públicas metropolitanas que presenten su renuncia, en su condición de funcionarios de libre nombramiento y remoción, incluyendo a la responsable del Metro de Quito, cuyas operaciones de inicio están atrasadas por la situación institucional.
Además de estas entidades, Santiago Guarderas tiene a cargo la gestión de 12 secretarías metropolitanas, 8 direcciones administrativas centrales, 8 administraciones zonales y 16 dependencias más, entre las que se incluyen las agencias de control y de tránsito. También deberá convocar a las sesiones de Concejo pertinentes, para avanzar con los retrasos dados los últimos meses y coordinar el trabajo de las 21 comisiones compuestas en el seno de este organismo.
Las cuentas pendientes del Municipio de Quito en medio de su crisis
Otro panorama adverso que deberá enfrentar tiene que ver con la marcada división de criterios que se presentaron alrededor de la remoción de Jorge Yunda y que segmentó a los representantes populares en al menos dos grupos. De un lado, el bloque de concejales de la Revolución Ciudadana, que se abstuvo mayoritariamente de la destitución, en la votación del 2 de junio de 2021, dando paso a una fractura interna, que se evidenció cuando Brith Vaca y Mónica Sandoval participaron en los eventos públicos convocados por Guarderas.
Y del otro lado, los representantes de CREO, ID, Unión Ecuatoriana y Concertación, que impulsaron la salida de Yunda desde el principio. Esta sería la segunda división de la bancada de la RC, que obtuvo la mayoría de espacios en las elecciones seccionales de 2019. En ese mismo año, el concejal Orlando Núñez se separó de la organización y se declaró independiente, tras no ser propuesto como vicealcalde, a pesar de ser el candidato más votado en la ciudad (68.189 votos), superando incluso al propio Guarderas (40.111 votos).
A pesar de todo, Yunda insistirá en recuperar el cargo. Señaló que interpondrá los recursos que le asiste la Ley, incluso solicitar medidas de ejecución. Asimismo, recordó que la Corte de Justicia de Pichincha debe pronunciarse sobre su acción de protección, diligencia que está prevista para este 23 de julio de 2021.
Esta es la primera vez que un alcalde de Quito es removido de su puesto por decisión del Concejo de Quito y la segunda que un concejal asume el puesto de máxima autoridad. Tras la renuncia de Jamil Mahuad, en 1998, para su postulación presidencial, el economista y empresario Roque Sevilla asumió el cargo por 2 años, mismo tiempo que le resta a Guarderas frente a la entidad municipal.
Por: Viviana Paredes y Teresa Menéndez
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