¿Hay solución al problema de la basura en el Ecuador?
El tratamiento de la basura es un problema en Ecuador y al parecer solo la ciudad de Loja tiene una idea clara de qué hacer con los desperdicios para minimizar el impacto ambiental.
Ciudades como Quito y Guayaquil generan toneladas de basura, y pese al trabajo desplegado en las calles igual se puede notar que el trabajo no es el idóneo, y no se trata solo de lo que respecta a la recolección sino también al tratamiento.
En la década de los 80 del siglo pasado Loja inició un proceso que en la actualidad la tiene como un ejemplo a nivel nacional e internacional en el manejo de residuos sólidos, que se manejan de forma diferenciada.
El proceso va desde el almacenamiento en domicilios, y el uso de tachos verdes para lo orgánico y negros para lo inorgánico, tras lo cual viene la recolección, barrido y la disposición final de los mismos.
Han pasado cerca de 30 años para que la ciudadanía tenga una cultura adecuada para el manejo de los desechos que van a diferentes plantas en el Centro de Gestión Integral, por ejemplo los inorgánicos van a la planta de reciclaje, que son comercializados a empresas nacionales para que los recursos se vuelvan a reintroducir.
Cabe destacar que existe otra celda donde se depositan los desechos hospitalarios, ya que los mismos requieren de un tratamiento distinto.
Si bien en Loja el trabajo es muy bueno, y es un ejemplo a nivel nacional al punto de que sus plantas reciben visitas de universidades y otros municipios para conocer sus procesos y tratar de replicarlos, sin duda un referente a nivel internacional es Suiza.
El país europeo según el portal revistawatt.com, procesa todo lo que pueda ser clasificado y separado, por ejemplo para deshacerse de una bolsita de té usada se debe separar la etiqueta (que va al recipiente destinado al cartón), el papel va a los papeles usados y el residuo biológico va a un tacho. Al pequeño gancho lo espera el tacho de metal usado y el hilito va a una bolsa debidamente marcada.
El proceso parece ser muy complejo al tratarse de una simple bolsa de té, pero la clave de los suizos es reciclar absolutamente todo, pero cabe apuntar que para llegar a esto primero los europeos tocaron fondo.
En Suiza, todo mejoró tras una enorme crisis ecológica que en la década de los 80, cuando se llegó al punto máximo de contaminación de ríos y lagos con fosfatos y nitratos, de la tierra con metales pesados y con un descuido total por parte del grueso de la población del control y producción de basura tanto industrial como domiciliaria.
El problema obligó a realizar campañas y apuntar al reciclaje que en la actualidad llega a una tasa superior al 50 por ciento, lo que coloca al país como uno de los más avanzados en materia de recuperación de desechos.
Reciclar es libre y gratis, pero tirar basura cuesta dinero en Suiza. Cada bolsa de basura debe tener una etiqueta, y el precio de cada una es de al menos un euro, de esta forma quien menos tire paga menos también.
Cada día se reciclan:
.- El 70 por ciento del papel que se usa es reciclado.
.- El cartón se recicla aparte del papel. El proceso con el cartón es más caro y ese costo es asumido por quien lo ha usado.
.- El 60 por ciento de todas las pilas y baterías vendidas en Suiza regresan al proveedor y por ningún motivo se arrojan al cesto de basura.
.- Más del 90 por ciento de los envases regresan a las fábricas para reciclar el vidrio. Los ciudadanos deben quitarles la tapa y clasificar las botellas de acuerdo al color del vidrio.
.- Se recicla el 71 por ciento de las botellas PET plásticas.
.- El 70 por ciento de las latas son recicladas Cada persona debe comprimirlos con una prensa magnética.
.- Se reciclan las lámparas fluorescentes.
.- El ciudadano debe pagar un precio extra por los cadáveres de animales. A este tipo de desechos orgánicos está prohibido enterrarlos.
.- Cambiar el aceite al automóvil de manera particular está prohibido y sólo puede hacerse por técnicos en estaciones de servicio autorizadas.
.- Se da tratamiento especial como residuos compostados a los residuos de comestibles, plantas domésticas, estiércol y arena del gato, cenizas, aserrín, hojas del césped, ramas, etc.
Lo que no puede ser reciclado es incinerado, y en Suiza consideran que el éxito de su programa de reciclaje no radica en lo que cuesta tirar la basura o las multas sino en haber hecho consciencia en sus ciudadanos a través de distintas campañas que han dado sus frutos en cerca de tres décadas.
Cabe preguntar si se pudiera aplicar un modelo similar en el Ecuador, en Loja se ha dado grandes pasos pero las grandes urbes como Quito y Guayaquil, sin dejar de recordar otras como Esmeraldas, Manta, Quevedo, y demás, parecen estar lejos de una gestión parecida.
Existen algunas iniciativas como eliminar las bolsas plásticas y las pajillas, pero aún es muy poco con relación con relación a la cantidad de basura que se genera y los problemas sanitarios que ello conlleva.
Toca hacer campañas permanentes respecto al reciclaje, que se haga costumbre en la ciudadanía y que las autoridades sigan el ejemplo suizo para el manejo de desechos. Loja ya empezó ¿y el resto del país para cuándo?
Por: Stalin Briones
sbriones@cromaclictv.com